Pedro Rubio lleva más de veinticinco años liderando el CF Can Vidalet, un club de barrio que, bajo su dirección, ha pasado de estar al borde del olvido a convertirse en un referente en formación deportiva en la ciudad y que empieza a resonar en el fútbol catalán. Su historia no es solo la de un presidente comprometido, sino la de un hombre que encontró en el fútbol una razón para luchar contra las adversidades más duras que la vida le puso por delante.
A los 44 años, Pedro sufrió el primero de una serie de infartos que cambiarían su vida para siempre. Con dos hijos pequeños, uno de 12 años y otra de solo 7, y un diagnóstico que lo llevó al límite, enfrentó 16 años de operaciones, un trasplante de corazón y un cáncer que puso a prueba su resistencia. Pero lejos de rendirse, encontró en el CF Can Vidalet un motivo para seguir adelante.
El Club Como Refugio y Motor de Superación
«El primer infarto fue solo el inicio», recuerda Pedro. «Pasé por momentos muy duros, pero tener una ilusión como el CF Can Vidalet fue clave para mantenerme en pie». Durante 16 años, enfrentó un sinfín de intervenciones a corazón abierto, un cáncer que complicó aún más el panorama, y finalmente un trasplante de corazón. Pero Pedro no solo luchaba contra la enfermedad, también apostaba por el club. Cuando llegó al CF Can Vidalet, la situación era crítica: pocos jugadores, entrenadores escasos y una reputación deteriorada en el barrio. «Gracias a mi familia, la sanidad pública y la ilusión por este proyecto, creo que sigo vivo», asegura con firmeza. Con el mismo coraje que enfrentó cada operación, decidió transformar el club en un referente.
Con más de 25 años de trabajo constante, Pedro ha logrado transformar el CF Can Vidalet en una entidad sólida. «Nos enfocamos en el fútbol base y en la formación de entrenadores, siempre con mucha paciencia y dedicación», explica. Gracias a esa visión, el club ha crecido, sumando colaboradores, equipos fuertes y una estructura cada vez más sólida.
Sin embargo, ese crecimiento no ha sido fácil. «La falta de recursos ha sido el mayor obstáculo. Muchas veces la gente no entiende el sacrificio que supone mantener un club como este», confiesa. Aunque Pedro ha dedicado horas interminables, a menudo también recursos propios, no ha estado solo en esta lucha. “Este proyecto es el resultado del esfuerzo de muchas personas, tanto las que están ahora como las que ya no están. Sin ellas, nada de esto habría sido posible”, destaca.
El camino ha estado lleno de desgaste físico y emocional. “Una de las cosas más difíciles es ser siempre el ‘malo’, el que toma decisiones que no agradan a todos, aunque lo hagas por el bien del club. Escuchar el critiqueo vacío, después de tantas horas de trabajo, es duro”, admite. Pero ese sacrificio cobra sentido al ver el impacto positivo en los jóvenes. «Lo más bonito es ver a los niños crecer, dedicarse a lo que les apasiona y saber que, en parte, el club les ha proporcionado esa base. Podría mencionar muchísimos ejemplos, pero hay tantos que prefiero no destacar ninguno para no olvidarme de otros igual o más importantes. Sobre todo, con la memoria que tengo», dice con una sonrisa.
Una Ilusión que Salvó su Vida
Más allá de los éxitos deportivos, el CF Can Vidalet fue fundamental en la recuperación de Pedro. «Había días en los que apenas podía respirar, pero el club me obligaba a salir, a mantenerme ocupado,a luchar por algo más grande que mi enfermedad», comenta. Esa rutina, esa dedicación, fue lo que lo mantuvo vivo.
Hoy, el CF Can Vidalet no solo es un referente local, sino que empieza a hacerse un nombre en el fútbol catalán. La implementación del método Ekkono y la apuesta por jóvenes talentos son parte del legado de Pedro. Pero su mayor logro no está en el terreno de juego, sino en la inspiración que ha dejado en quienes lo rodean.
«Este club me dio una razón para luchar, una ilusión que me salvó la vida», afirma Pedro. Su historia es un ejemplo de que la solidaridad y el esfuerzo constante pueden transformar no solo un proyecto, sino vidas enteras. El CF Can Vidalet es más que un club: es una ilusión, es formación y deporte.
